Como hemos visto el poder de la palabra se genera de conocerla y de ponerla en práctica, es un arma poderosa en nuestras manos y si queremos realmente dominarla tenemos que memorizarla.
En muchas partes de la Biblia podemos ver que se define asimisma como un espada. Yo creo que esa espada siempre es la misma, realmente lo único que cambia es quién la usa y cómo la usa.
El primer paso para aprender un buen manejo de dicha espada es aprender de memoria aquellos versículos clave para nuestra vida personal.
Ahora bien algo sumamente importante; no se puede hacer una lista rigurosa de vesículos clave universales para que le sirva a cualquier hombre o mujer, lo interesante de esto es que es personal, lo que para ti puede ser un versículo clave de vida o muerte, para otro puede ser un versículo interesante, de apoyo pero no clave.
Por eso es que no voy a poner en este espacio alguna lista de versículos clave para memorizar, al final si voy a poner una guía pero que debe tomarse precisamente como eso, como una guía que te ayude a encontrar los versículos clave y sobre todo esa lista es para ayudarte para que veas que la Biblia contempla todas las áreas del hombre y de la mujer.
El mejor sistema que en lo personal me ha ayudado para memorizar las Escrituras, es el de hacer tarjetitas escritas con versículos de la Biblia y leerlos dos o tres veces al día durante una semana.
Lo que hacemos en mi familia es que antes de cada comida leemos en voz alta la tarjetita con el versículo, de esta manera no se hace pesado y al final de la semana nos hemos aprendido un versículo.
Es muy sencillo te invito a que lo intentes, las tarjetitas las venden ya cortadas en las papelerías, las puedes pedir como tarjetas de presentación, estas cajas contienen 100 piezas, si estamos hablando de usar una por semana, al años vas a usar un poquito más de la mitad así que es suficiente con una caja.
Te recomiendo que uses bolígrafo, ya que si utilizas lápiz es my probable que con el tiempo se borre, si lo hcaes con tinta y vas guardando las tarjetas al cabo del tiempo tendrás todo un arsenal de versículos clave.
Para hacer muy accesible su lectura te recomiendo que pongas el nombre del versículo al principio y al final del texto.
Puedes poner una pequeña anotación en la parte inferior de la tarjeta que te recuerde el propósito del versículo, muchas veces sucede que en el momento que estamos pasando por una situación determinada el versícvulo cobra vida lo usamos y después de un tiempo cuando volvemos a leerlo no tenemos una referencia exacta, esta pequeña anotación no debe ser muy larga en algunos casos sólo se pone una sola palabra. Recuerda que es sólo una referencia.
Como refuerzo al final de la semana comenta con alguien el versículo y lo que te ha servido, esto hace que tu cerebro retenga no sólo por repetición, sino por uso, dicho pasaje.
Si quieres todavía un refuerzo más fuerte para memorizar el versículo, al final de la semana escríbelo en un cuaderno con una anotación de referencia, en este caso si puedes ampliarte un poco más de lo que escribiste en la tarjeta, es sólo un recurso para retener lo que estamos introduciendo a nuestra memoria.
Armando Carrasco Z
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