lunes, 1 de junio de 2009

Salmos 119 Ayín (Parte 63)

“Tu siervo soy yo, dame entendimiento para conocer tus testimonios. Tiempo es de actuar, oh Señor, porque han invalidado tu ley.” Salmos 119:125-126

El hombre pasa por muchos momentos críticos en su vida. Egoístamente el hombre piensa que puede hacer y deshacer lo que quiera. Inclusive muchas veces el hombre piensa que se puede invalidar las leyes universales de Dios. Aún cuando son obvias las consecuencias de invalidarlas, el hombre cree en un momento determinado que nada sucederá por tales transgresiones. Pero todos aprendemos que hay leyes universales de Dios que tienen graves repercusiones si las trasgredimos.

Una de ellas es la ley de la siembra y la cosecha. Es una ley que seas creyente o no, estás sujeto a ella. Todo lo que siembras lo cosechas. Si siembras limones seguro cosechas limones, si siembras sandías, cosechas sandías, si siembras mentiras, seguro cosechas mentiras, si siembras amor cosechas amor. No hay vuelta de hoja. A veces es tanta nuestra soberbia que creemos que podemos sembrar cosas pero que no las vamos a cosechar nosotros, eso es una mentira. Pero estamos tan cegados que creemos ser mas poderosos que Dios creyendo que podemos transgredir esta ley.

El lugar donde estás en esta vida, las situaciones que estás pasando no es otra cosa que el resultado de lo que has sembrado. Haz un análisis cuidadoso de tu vida y comprobarás que lo que vives es la cosecha de lo que tú has sembrado. Un punto interesante para cambiar nuestro futuro, es sembrar todo aquello que queremos cosechar dentro de un tiempo. Es una ley universal. Es una ley que Dios puso al hombre para guardarlo con límites que lo protejan.

Si en este momento estás pasando tiempos difíciles, la buena noticia es que puedes cambiar tu futuro. Elije bien la semilla que vas a sembrar porque es 100% seguro que es lo que vas a cosechar en tu porvenir.

Pero si estás en el punto donde estás sembrando egoístamente, creyendo que tú eres el centro del universo y que a ti no te va a pasar nada, algún día te vas a acordar de estas líneas. Cuando estés cosechando lo que ahora siembras. Tal vez estés engañando a tu esposa, y crees que nunca se va a dar cuenta… tal vez tengas razón, ella nunca se va a dar cuenta, pero la ley de la siembra y la cosecha ha empezado su curso. Y un día tú o tus hijos serán engañados. Será solo la consecuencia de lo que haces hoy. Tal vez le estás robando a tu papá y crees que eres más inteligente que él, sólo porque no se ha dado cuenta, y ¿sabes? Tal vez nunca se de cuente, pero la ley de la siembra y la cosecha ha empezado su marcha, y tus propios hijos algún día creerán lo mismo que tú, que son más inteligentes que sus padres.

Estás a tiempo de frenar la siembra errónea. Puedes elegir a partir de hoy sembrar cosas buenas para tu futuro y para tu vida y tu familia. Detente y medita. Toma acción y siembra sólo semillas para tu beneficio.

Armando Carrasco Z.

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