“Aborrezco a los hombres hipócritas; mas amo tu ley. Mi escondedero y mi escudo eres tú; en tu palabra he esperado.” Salmos 119:113—114
La palabra hipocresía se refiere a alguien que oculta o disimula sus sentimientos. Alguien que de alguna manera presenta una forma de ser o de sentir pero que verdaderamente siente otra cosa muy distinta. Y curiosamente esta palabra está muy ligada a todos aquellos que leen la Biblia.
Hay mucha gente, mucha de mucha que se dice lector asiduo de la Biblia. Y por esa razón la gente que lo sabe espera un determinado comportamiento de estas personas. Pero hay un pequeño detalle.
El detalle que hemos estudiado a través de todo este estudio exhaustivo del salmo 119 y de este blog. La Biblia no es suficiente con leerla. La Biblia hay que ponerla en práctica. El verdadero poder de la Biblia se encuentra en poner en práctica sus enseñanzas. Sólo así tiene la capacidad de altera y mejor nuestro carácter.
Leer la Biblia no es suficiente, es un buen inicio, pero no es suficiente. El motor que mueve toda la dinámica de cambio es el poner en práctica sus mensajes.
Por eso es que hay mucha gente que dice leer la Biblia pero actúa de una manera contraria a lo que ella dice, y por eso se ganan el mote de hipócritas. La gente espera muy poco de la gente normal, pero espera mucho de aquellos que dicen leer y estudiar la Biblia.
El primer paso para poner en práctica lo que leemos en la Biblia, es como dice este pasaje amar la Biblia. Si no amas verdaderamente Su Palabra difícilmente podrás ponerla en práctica, por eso el rey David, autor de este salmo dice “…mas yo amo tu ley…” El mismo se daba cuenta de las personas que son hipócritas y dice que los aborrece, porque sabe que no aman profundamente la Biblia.
Pasando a la siguiente parte del pasaje dice que Dios es su escondedero y su escudo. Esto es increíblemente maravilloso, encontrar un lugar donde podamos escondernos de nuestros enemigos y un lugar donde tengamos un escudo. Para los que hemos pasado situaciones críticas en nuestra vida esto es oro molido. Dios es tu escudo y tu escondite.
Pero después dice “…en tu palabra he esperado…” cuando lees la Biblia muchas veces Dios te da una promesa, cuando la lees sabes de que sabes que esa palabra es para ti. Y solo resta esperar a que se cumpla. Y cuando estás en una situación de crisis esa palabra se convierte en todo lo que puedes esperar. Por eso es tan importante leer y poner en práctica Su Palabra. Y cuando te de una promesa atesórala, escríbela, guárdala que algún día la vas a necesitar y lo único que vas a tener es esa Palabra.
Armando Carrasco Z
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