Cuánto se ha usado este versículo. Hasta para esólganes de unviersidades e institutos.
Creo que se ha usado tanto que ha perdido su impacto. Hoy leemos esa frase como una más de la oferta informativa de todos los días.
Dice la Biblia en Juan 8:31-36
“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”
Hay algunos datos que debemos tomar en cuenta para saber exactamente a qué se refería Jesús y los alcances de poder que tiene este versículo tan citado.
En primer lugar vemos que se dirigía a todos aquellos que habían creído en Él y menciona dos puntos importantes por ser sus discípulos:
a) “...si ustedes permanecen en mi Palabra seréis verdaderamente mis discípulos...”. Lo primero que está diciendo es que para ser discípulo de Jesucristo es necesario permanecer en Su Palabra.
b) “...y conoceréis la verdad , y la verdad os hará libres...” Necesitamos ser discípulos de Jesús para poder conocer la Verdad y ser libres.
Pero debemos notar también de qué nos hace libres. En la siguiente parte de este pasaje dice que la gente le respondió:
“…Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado…”
La verdad a la que se refería Jesús, no era una verdad de alguna filosofía de su tiempo, ni era la frase publictaria del momento. Era la verdad absoluta. Era Él mismo revelándose. Era La Palabra de Dios.
Y nos hace libres del pecado. Y nos hace hijos. Dice en la parte final del versículo:
“Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.”
Cuando la verdad de Dios, su Palabra, te hace libre te convierte en hijo y vives para siempre en Su casa. Es del pecado que la verdad te hace libre.
Y termina confirmando que Cristo es la Palabra de Dios hecha carne dicendo:
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”
Él es el único que puede darnos libertad total en nuestras vidas. Es la verdad contenida en Su Palabra la que nos hace libres.
Por eso te invito a que busques todos los días aunque sea unpoco de esas verdades contenidas en la biblia y dejes que te liberen.
Armando Carrasco Z.
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