lunes, 8 de diciembre de 2008

Salmos 119 Caf (Parte 43)

“Los soberbios me han cavado hoyos; mas no proceden según tu ley. Todos tus mandamientos son verdad; Sin causa me persiguen; ayúdame.” Salmos 119 Caf 85-86

David estaba pasando un tiempo difícil de persecución abierta y directa, él podía detectar dos cosas de sus enemigos; eran soberbios y le estaban poniendo trampas.

Una trampa está fabricada con toda conciencia para “atrapar” a la presa y una de dos matarla o someterla para sus propios fines. Una característica de la trampa es que no es evidente, está oculta y camuflajeada para que no la puedas ver. Si la trampa no fuera así nunca caeríamos en las trampas.

Muchas veces en nuestro trabajo, con nuestros vecinos, por razones desconocidas, nos persiguen. Y de verdad muchas veces nos ponen trampas. Pero enfoquemos nuestra atención a que nuestro enemigo, soberbio por naturaleza, el diablo, siempre está buscando la forma en que podamos caer en sus trampas.

Mira, si el chamuco se apareciera en tu casa a las 12 de la noche con todo el terror del infierno, con demonios horripilantes, olor a azufre y te invitara para que te fueras al infierno, lo mas seguro en tus cinco sentidos ¡nunca aceptarías! Y ¡él lo sabe! Por eso mismo utiliza las trampas. Él sabe que si te hace una invitación la rechazarías.

Son trampas bien planeadas. Tienen una meta fija; tú. Él sabe que si eres hijo de Dios no puede tocarte, por eso que usa el engaño, y créeme que va a usarlo.

Pero prestemos atención a lo que dice este pasaje dice “que no proceden según Su ley” y dice también que “Todos Sus mandamientos son verdad”. Aquí se encuentra la tecnología para detectar las trampas del enemigo. Cuando estamos en contacto con la Biblia, cuando la leemos de manera consistente y la hacemos parte de nuestra vida, ella misma nos ayuda a detectar a tiempo las trampas y por mas elaboradas y camuflajeadas que estén, las pone al descubierto.

Leer la Biblia nos ayuda a detectar las estrategias del enemigo para someternos o para engañarnos. Esa es una razón más por lo que es importante leer la Biblia.

Mucha gente me ha preguntado ¿y porqué me persigue? Lo que dice es te pasaje es “por nomás” dice muy claramente: “Sin causa me persigue”. Es como el pasatiempo preferido, ponerle trampas a los hijos de Dios. Es como su chamba de tiempo completo. No tiene otra cosa que hacer que poner trampas. El ya no puede cambiar la historia por que en el calvario Jesucristo escribió y dictaminó su destino.

Por eso es que debemos clamar a Dios pidiendo su ayuda.

Armando Carrasco Z.

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